BLOQUE MIGUEL DE CERVANTES
BOATO ESTUDIANTES CABALGATA 2012
El principio de esta historia comienza hace cuatro años, cuando un grupo de socios de la comparsa presenta a la directiva de Roberto Esquembre un boceto con la intención de hacer un boato para la Cabalgata. El mismo debe estar compuesto por entre 60 y 110 socios, tener cabo, variaciones en el traje y hacer una alegoría a algún hecho histórico. Pero, entonces, la idea no cuajó, y es con la directiva de Fernando Forte cuando se retoma la idea, se presenta en junta general en noviembre y ésta da su conformidad. Desde ese momento, se prepara todo para el desfile del día 6. El encargado del proyecto es Paco Cherro. Yo entro a formar parte de esta idea por una sugerencia de mi amigo Rafael Barrachina, quien me comenta que una peña quiere hacer algo distinto para el día 6. Después de recabar información en nuestra peña, todos están de acuerdo. Empezamos a buscar gente y, en poco más de un mes, tenemos a las nueve peñas que compondrían este bloque estas son.
GLORIA FUERTE
1º DE LA ESO
1980
LA CUCARACHA
LA VARA
NO CAVILAS
LA TUNA
CABALLEROS DE LA TRISTE FIGURA
CABALLO DE TROYA
Para la realización del boato, pensamos en recrear un cuadro del pintor Diego Velázquez, y la idea fue hacer un bloque de picas de los Tercios de Flandes a partir de su cuadro La rendición de Breda, se presento un proyecto boceto a la comparsa con las variaciones sobre el traje de la comparsa que son consecuencia de habernos basado en estos dibujos de una revista militar.
El casco es el típico de los antiguos Tercios de Flandes del ejército español de los siglos XVI y XVII, denominado “morrión”. En cambio, no llevamos la capa, ni la cuchara, ni los cordones de la chaqueta, que son prendas del traje tradicional de la comparsa. Además, llevamos medias de color blanco, en lugar de las de color negro típicas del traje de estudiante. Como arma, en vez de la tradicional cuchara blanca, llevamos unas lanzas largas de madera que se conocen con el nombre de “picas” y eran propias de los Tercios de Flandes. Hay que señalar que los cascos o “morriones” son los mismos que se utilizaron en la película “Alatriste”.
La banda era el centro instructivo musical de Onil y las 8 gaitas que le acompañan, la Asociación Juvenil Banda de Gaitas Mazikandu. El titulo de la marcha cristiana es LA LEYENDA DEL CID, de Miguel Angel Más Mataix, composición premiada en el concurso de composición “Villa de Altea” en el año 2007 y pieza obligada en el certamen de música festera de Altea la Vella el mismo año. Ha sido interpretada en certámenes y conciertos, pero con todo fue un estreno, ya que era la primera vez que se interpretaba en un desfile por la calle.
La indumentaria y la puesta en escena de este boato se han inspirado en el famoso cuadro “La rendición de Breda” o “Las lanzas”, que es un óleo sobre lienzo, pintado entre 1634 y 1635 por Diego Velázquez y que se conserva en el Museo del Prado de Madrid. Los piqueros eran una clase de soldados que iban armados sólo con una lanza larga (pica). Eran muy eficaces contra la carga de caballería, ya que con sus enormes picas podían atravesar las armaduras de los caballos a la distancia suficiente para no ser alcanzados por éstos. No tenían más armadura que una pequeña cota de malla de metal, además del casco. Los piqueros se utilizaban preferentemente para contener los ataques enemigos en forma de carga y para ganar tiempo en caso de huida, y aunque podían frenar cualquier ataque, eran muy débiles contra los arqueros y ballesteros, ya que no poseían ningún escudo ni otros medios de defensa. Del mismo modo, las picas solían estar hechas de una madera muy resistente para evitar que se quebraran en plena carga enemiga.
Los piqueros llevan como prenda característica el “morrión” o casco de infantería usado en los siglos XVI y XVII, que deriva del capacete, con sus bordes arqueados (en barquilla) y una cresta encima. El morrión era un casco en forma de media almendra para hacer resbalar los golpes, tenía en su interior un capacete de tres o cuatro correas cruzadas, que apoyaban en la cabecera, daban ventilación al casco y amortiguaban los golpes verticales. Unas alas casi horizontales contribuían a que los golpes verticales no llegaran al cogote, las orejas o la cara. El morrión apareció en la Castilla a principios del siglo XVI usado por los antiguos caballeros; su forma era algo cónica y contaba de ordinario con una cresta casi cortante. También tenía ala ancha, levantada y abarquillada que terminaba en punta por delante y por detrás. En la cumbre o cimera, casi siempre curva, presentaba bien una especie de gancho, uña o botón, bien una punta afilada. En los tercios españoles formaba parte del equipo defensivo de piqueros y arcabuceros, pero no de los mosqueteros, que lo sustituyeron por el sombrero chambergo. Aunque el morrión lo utilizaban particularmente la infantería o los peones, no por eso dejaban de llevarlo los caballeros y personajes notables a causa de ser más ligero que el yelmo y dejar el rostro descubierto para poder respirar más fácilmente. Asociado popularmente sólo a los tercios españoles del Siglo de Oro y a los conquistadores de América, el morrión fue usado en la mayor parte de los países europeos en los siglos XVI y XVII. Actualmente no lo emplea más que la Guardia Suiza del Vaticano.
Foto… Isabel Ripoll Lillo
Despues de varios ensayos en la Troya con las peñas implicadas y una prueba del traje, a la que acepto ser nuestro maniquí Francisco Iniesta “Chaparro”, vimos la oportunidad de proponerle a Miguel Navarro “El Tito” que fuera el cabo del bloque, puesto que es socio de la comparsa, y desde el primer momento se entusiasmó con el proyecto y se sumo a él aportando ideas. Al principio, pensamos que el llevara un morrión metálico tallado, pero era imposible debido al peso del casco y a que era un obstáculo para sus movimientos como cabo. Por eso, al final se optó por un gorro de fieltro más liviano, y llevó también la faja roja distintiva de su cargo. También se confeccionaron 80 chilabas negras para los músicos y un estandarte con el logo del bloque que donó la peña Caballeros de la Triste Figura.
El día 6, cenamos en la troyica los 97 componentes, desplazándonos después hasta la plaza de toros por las calles paralelas a la Calle Ancha con algunos músicos, después de recoger todo el material, formamos para salir desfilando y la gente apludió durante todo el desfile, animándonos como nunca en mis 32 años. Como socio, nunca vi al publico tan animado y entregado con la comparsa; creamos expectación y eso, en esta comparsa, es mucho decir.
Quisiera también felicitar a la peña Gloria fuertes, cabeza de bloque en este desfile, por su 25 aniversario y por su buen hacer durante el mismo. También quisiera felicitar a todos lo que lo hicieron posible, y especialmente a Fernando Forte, presidente de la comparsa, pues sin él y su directiva, esto no se habría llevado a cabo.
No sé si esto se repetirá, si volveremos a salir como boato. Pero animo a otras peñas a que lo hagan; es una experiencia única. Nosotros seguiremos desfilando como bloque durante las fiestas e intentaremos no perderlo.
JUAN ANTONIO PEREGRIN MUÑOZ – JOSE FERNANDO DOMENE VERDU